«El edificio se desarrolla en una parcela de geometría muy particular, estrecha y con mucha profundidad, hasta el punto de presentar fachada en cada uno de sus extremos; María Josefa Segovia y Jaime Balmes, dos calles tranquilas del barrio de Nervión.
La premisa principal del proyecto era la de dotar de terrazas a las ocho viviendas que componen el edificio, un reto complejo que se resuelve con cuatro dúplex entre la planta primera y segunda. Tres de las viviendas tienen incluso dos terrazas, una vinculada al salón y otra en el dormitorio principal.
El proyecto se gesta tras la pandemia, donde las terrazas se convierten en una obsesión para la población, tener ese lugar de esparcimiento privado y vinculado de forma directa al salón.«